Talált 208 Eredmények: escrito
Por eso irás tú, y leerás las palabras del Señor en el rollo que has escrito bajo mi dictado. Lo harás a oídos del pueblo, en la Casa del Señor, en el día del ayuno; y que lo oigan también todos los hombres de Judá que vengan de sus ciudades. (Jeremías 36, 6)
Luego interrogaron a Baruc, diciendo: "Indícanos cómo has escrito todas estas palabras". (Jeremías 36, 17)
La palabra del Señor llegó a Jeremías, después que el rey quemó el rollo con las palabras que había escrito Baruc bajo el dictado de Jeremías, en estos términos: (Jeremías 36, 27)
Y tu dirás contra Joaquím, rey de Judá: Así habla el Señor: Tú has quemado este rollo, diciendo: ¿Por qué has escrito que el rey de Babilonia vendrá indefectiblemente, que él arrasará este país y hará desaparecer de él a hombres y animales? (Jeremías 36, 29)
Jeremías había escrito en un libro toda la desgracia que debía sobrevenir a Babilonia, todas estas palabras escritas contra Babilonia. (Jeremías 51, 60)
Texto del escrito que Baruc, hijo de Nerías, hijo de Maasías, hijo de Sedecías, hijo de Asadías, hijo de Jilquías, escribió en Babilonia, (Baruc 1, 1)
Baruc leyó el texto de este escrito en presencia de Jeconías, hijo de Joaquím, rey de Judá, y de todo el pueblo que había venido para escuchar esta lectura; (Baruc 1, 3)
Nunca se hizo bajo el cielo nada semejante a lo que él hizo en Jerusalén, conforme a lo que está escrito en la Ley de Moisés, (Baruc 2, 2)
Lo desplegó delante de mí, y estaba escrito de los dos lados; en él había cantos fúnebres, gemidos y lamentos. (Ezequiel 2, 10)
Los trozos de madera sobre los que hayas escrito deberán estar en tu mano, bien a la vista de ellos. (Ezequiel 37, 20)
Y si se avergüenzan de lo que hicieron, tú les darás a conocer la forma de la Casa y su diseño, sus salidas y sus entradas, y todos los preceptos y leyes concernientes a ella. Fíjalas por escrito a la vista de todos, para que observen todo lo concerniente a ella y lo realicen. (Ezequiel 43, 11)
Por lo tanto, rey, promulga la prohibición y consígnala por escrito, para que no sea modificada, conforme a la ley de los medos y de los persas, que es irrevocable". (Daniel 6, 9)