Talált 1130 Eredmények: enemigos de Judá

  • Naciones, aclamen a su pueblo, porque él vengará la sangre de sus servidores, se vengará de sus enemigos y purificará su tierra y su pueblo". (Deuteronomio 32, 43)

  • De Judá dijo lo siguiente: "Escucha, Señor, la voz de Judá, y reintégralo a su pueblo; él se defenderá con su mano y tú serás una ayuda contra sus adversarios". (Deuteronomio 33, 7)

  • Bendice, Señor, su valor y acepta la obra de sus manos. Castiga las espaldas de sus agresores y que sus enemigos no se levanten más". (Deuteronomio 33, 11)

  • El Dios de los tiempos antiguos es un refugio, y sus brazos obran desde siempre aquí abajo. Él expulsó a tus enemigos delante de ti y ordenó: ¡Extermina! (Deuteronomio 33, 27)

  • ¡Dichoso tú, Israel! ¿Quién es como tú, pueblo salvado por el Señor? Él es tu escudo protector, tu espada victoriosa. Tus enemigos te adularán, pero tú pisotearás sus espaldas". (Deuteronomio 33, 29)

  • todo Neftalí, el territorio de Efraím y Manasés, todo el territorio de Judá hasta el mar Occidental, (Deuteronomio 34, 2)

  • Mientras Josué estaba cerca de Jericó, alzó los ojos y vio a un hombre que estaba de pie frente a él, con la espada desenvainada en su mano. Josué avanzó hacia él y le preguntó: "¿Eres de los nuestros o de nuestros enemigos?". (Josué 5, 13)

  • Pero los israelitas cometieron una infidelidad con las cosas que debían ser consagradas al exterminio. En efecto, Acán -hijo de Carmí, hijo de Zabdí, hijo de Zéraj, de la tribu de Judá- se reservó algunas de esas cosas, y la ira del Señor se encendió contra los israelitas. (Josué 7, 1)

  • ¡Señor! ¿Qué más puedo decir, ahora que Israel ha tenido que volver las espaldas a sus enemigos? (Josué 7, 8)

  • Por eso los israelitas no podrán hacer frente a sus enemigos, sino que tendrán que volver las espaldas ante sus adversarios, por haberse convertido ellos mismos en algo que debe ser consagrado al exterminio. Yo no estaré más con ustedes si no eliminan lo que debió ser consagrado al exterminio. (Josué 7, 12)

  • Ahora levántate y purifica al pueblo. Tú dirás: ‘Purifíquense para mañana, porque así habla el Señor, el Dios de Israel: En medio de ti, Israel, hay algo que debió ser consagrado al exterminio, y tú no podrás hacer frente a tus enemigos hasta que lo hayas extirpado’. (Josué 7, 13)

  • A la mañana siguiente, bien temprano, Josué hizo que Israel se fuera acercando tribu por tribu, y la suerte cayó sobre Judá. (Josué 7, 16)


“Ele e ouvir a Sua voz por meio das Suas inspirações e iluminações interiores.” São Padre Pio de Pietrelcina