Talált 8131 Eredmények: ciudad del Señor

  • Porque Abraham esperaba aquella ciudad de sólidos cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. (Hebreos 11, 10)

  • Pero aspiraban a una patria mejor, nada menos que la celestial. Por eso, Dios no se avergüenza de llamarse «su Dios» y, de hecho, les ha preparado una Ciudad. (Hebreos 11, 16)

  • Ustedes se han olvidado de la exhortación que Dios les dirige como a hijos suyos: Hijo mío, no desprecies la corrección del Señor, y cuando te reprenda, no te desalientes. (Hebreos 12, 5)

  • Porque el Señor corrige al que ama y castiga a todo aquel que recibe por hijo. (Hebreos 12, 6)

  • Busquen la pazcon todos y la santificación, porque sin ella nadie verá al Señor. (Hebreos 12, 14)

  • Ustedes, en cambio, se han acercado a la montaña de Sión, a la Ciudad del Dios viviente, a la Jerusalén celestial, a una multitud de ángeles, a una fiesta solemne, (Hebreos 12, 22)

  • De manera que podemos decir con plena confianza: El Señor es mi protector: no temeré. ¿Qué podrán hacerme los hombres? (Hebreos 13, 6)

  • Por eso Jesús, para santificar al pueblo con su sangre, padeció fuera de las puertas de la ciudad. (Hebreos 13, 12)

  • Porque no tenemos aquí abajo una ciudad permanente, sino que buscamos la futura. (Hebreos 13, 14)

  • Santiago, servidor de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las doce tribus de la Dispersión. (Santiago 1, 1)

  • El que es así no espere recibir nada del Señor, (Santiago 1, 7)

  • Feliz el hombre que soporta la prueba, porque después de haberla superado, recibirá la corona de Vida que el Señor prometió a los que lo aman. (Santiago 1, 12)


“Nas tentações, combata com coragem! Nas quedas, humilhe-se mas não desanime!” São Padre Pio de Pietrelcina