Talált 8131 Eredmények: ciudad del Señor

  • La gracia del Señor Jesucristo permanezca con tu espíritu. (Filemon 1, 25)

  • Has amado la justicia y aborrecido la iniquidad. Por eso Dios, tu Dios, te ungió con el óleo de la alegría, prefiriéndote a tus compañeros. Tú, Señor, al principio fundaste la tierra, y el cielo es obra de tus manos. (Hebreos 1, 9)

  • ¿cómo nos libraremos nosotros, si rehusamos semejante salvación? Esta salvación, anunciada en primer lugar por el Señor, nos fue luego confirmada por todos aquellos que la habían oído anunciar, (Hebreos 2, 3)

  • Porque es sabido que nuestro Señor desciende de Judá, y de esa tribu nunca habló Moisés al referirse a los sacerdotes. (Hebreos 7, 14)

  • Jesús lo fue con un juramento, el de aquel que le dijo: Juró el Señor y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre. (Hebreos 7, 21)

  • Él es el ministro del Santuario y de la verdadera Morada, erigida no por un hombre, sino por el Señor. (Hebreos 8, 2)

  • En cambio, Dios hizo al pueblo este reproche: Llegarán los días -dice el Señor- en que haré una Nueva Alianza con la casa de Israel y la casa de Judá, (Hebreos 8, 8)

  • no como aquella que hice con sus padres el día en que los tomé de la mano para sacarlos de Egipto. Ya que ellos no permanecieron fieles a mi Alianza, yo me despreocupé de ellos -dice el Señor-. (Hebreos 8, 9)

  • Y esta es la Alianza que estableceré con la casa de Israel después de aquellos días-dice el Señor-: Pondré mis leyes en su conciencia, las grabaré en su corazón; yo seré su Dios y ellos serán mi Pueblo. (Hebreos 8, 10)

  • Entonces nadie tendrá que instruir a su compatriota ni a su hermano, diciendo: «Conoce al Señor»; porque todos me conocerán, desde el más pequeño al más grande. (Hebreos 8, 11)

  • Esta es la Alianza que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Yo pondré mis leyes en su corazón y las grabaré en su conciencia, (Hebreos 10, 16)

  • Porque nosotros conocemos a aquel que ha dicho: La venganza me pertenece y yo daré la retribución.Y además: El Señor juzgará a su pueblo. (Hebreos 10, 30)


“O meu passado, Senhor, à Tua misericórdia. O meu Presente, ao Teu amor. O meu futuro, à Tua Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina