Talált 269 Eredmények: Tribu de Simeón

  • De la tribu de Rubén, al otro lado del Jordán les dieron Beser -la ciudad de refugio para los homicidas- que está situada en el desierto, sobre el altiplano, y además, Iahás, (Josué 21, 36)

  • De la tribu de Gad, les dieron Ramot de Galaad -la ciudad de refugio para los homicidas- y además, Majanaim, (Josué 21, 38)

  • Entonces Josué convocó a los rubenitas, a los gaditas y a la mitad de la tribu de Manasés, (Josué 22, 1)

  • Moisés había dado a la mitad de la tribu de Manasés un territorio en Basán, mientras que a la otra mitad, Josué le había asignado una parte junto a sus hermanos, en el lado occidental del Jordán. Además, cuando Josué los envió a sus campamentos, los bendijo, (Josué 22, 7)

  • Así los rubenitas, los gaditas y la mitad de la tribu de Manasés dejaron a los israelitas en Silo, en territorio de Canaán, para regresar a Galaad. Esta era la tierra de su propiedad, donde se habían establecido conforme a la orden que el Señor había dado por intermedio de Moisés. (Josué 22, 9)

  • Pero al llegar a los distritos del Jordán, que están en territorio de Canaán, los rubenitas, los gaditas y la mitad de la tribu de Manasés levantaron a orillas del Jordán un altar de aspecto imponente. (Josué 22, 10)

  • Cuando los israelitas se enteraron de lo sucedido, dijeron: "Los rubenitas, los gaditas y la mitad de la tribu de Manasés han erigido ese altar frente al territorio de Canaán, en los distritos del Jordán, más allá del territorio de los israelitas". (Josué 22, 11)

  • y a otros diez jefes, uno por cada tribu, para que se entrevistaran con los rubenitas, los gaditas y la mitad de la tribu de Manasés, en el territorio de Galaad. Todos ellos eran jefes de familia en los clanes de Israel. (Josué 22, 14)

  • Cuando llegaron a Galaad, donde estaban los rubenitas, los gaditas y la mitad de la tribu de Manasés, les hablaron en estos términos: (Josué 22, 15)

  • Los rubenitas, los gaditas y la mitad de la tribu de Manasés respondieron a los jefes de los clanes de Israel: (Josué 22, 21)

  • Cuando el sacerdote Pinjás, los jefes de la comunidad y los jefes de los clanes de Israel escucharon las palabras que les dijeron los rubenitas, los gaditas y la mitad de la tribu de Manasés, quedaron conformes. (Josué 22, 30)

  • Ahora miren bien: yo les he sorteado como herencia para cada tribu tanto a las naciones que todavía quedan como a las que yo mismo exterminé, desde el Jordán hasta el gran mar Occidental. (Josué 23, 4)


“Deus é servido apenas quando é servido de acordo com a Sua vontade.” São Padre Pio de Pietrelcina