Talált 192 Eredmények: Esposa

  • Cuando resuciten los muertos, ¿de quién será esposa, ya que los siete la tuvieron por mujer?». (Lucas 20, 33)

  • Sin embargo, por el peligro de incontinencia, que cada hombre tenga su propia esposa, y cada mujer, su propio marido. (I Corintios 7, 2)

  • Que el marido cumpla los deberes conyugales con su esposa; de la misma manera, la esposa con su marido. (I Corintios 7, 3)

  • A los casados, en cambio, les ordeno -y esto no es mandamiento mío, sino del Señor- que la esposa no se separe de su marido. (I Corintios 7, 10)

  • En cuanto a las otras preguntas, les digo yo, no el Señor: Si un hombre creyente tiene una esposa que no cree, pero ella está dispuesta a convivir con él, que no la abandone. (I Corintios 7, 12)

  • Después de todo, ¿qué sabes tú, que eres la esposa, si podrás o no salvar a tu marido, y tú, marido, si podrás salvar a tu mujer? (I Corintios 7, 16)

  • Maridos, amen a su esposa, como Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella, (Efesios 5, 25)

  • Del mismo modo, los maridos deben amar a su mujer como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa se ama a sí mismo. (Efesios 5, 28)

  • En cuanto a ustedes, cada uno debe amar a su mujer como a sí mismo, y la esposa debe respetar a su marido. (Efesios 5, 33)

  • Alegrémonos, regocijémonos y demos gloria a Dios, porque han llegado las bodas del Cordero: su esposa ya se ha preparado, (Apocalipsis 19, 7)

  • Luego se acercó uno de los siete Ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete últimas plagas, y me dijo: «Ven que te mostraré a la novia, a la esposa del Cordero». (Apocalipsis 21, 9)

  • El Espíritu y la Esposa dicen: «¡Ven!», y el que escucha debe decir: «¡Ven!». Que venga el que tiene sed, y el que quiera, que beba gratuitamente del agua de la vida. (Apocalipsis 22, 17)


“Nunca se canse de rezar e de ensinar a rezar.” São Padre Pio de Pietrelcina