Talált 192 Eredmények: Esposa

  • a quien dio como esposa a una de sus hijas, y esta fue madre de Atai. (I Crónicas 2, 35)

  • Sefatías, hijo de Abital, el quinto; Itream, hijo de su esposa Eglá, el sexto. (I Crónicas 3, 3)

  • La mujer de Estemoa, la de Judá, dio a luz a Iéred, padre de Guedor, a Héber, padre de Socó, y a Iecutiel, padre de Zanóaj. Estos son los hijos de Bitía, la hija del Faraón, que Méred había tomado por esposa. (I Crónicas 4, 18)

  • Maquir le dio una esposa a Jupím y otra a Supím. El nombre de su hermana era Maacá. El segundo de sus descendientes se llamaba Selofjad, y este no tuvo más que hijas. (I Crónicas 7, 15)

  • En Gabaón habitaba Abí Gabaón, cuya esposa se llamaba Maacá. (I Crónicas 8, 29)

  • Roboám tomó por esposa a Majalat, hija de Ierimot, hijo de David y de Abijáil, hijo de Eliab, hijo de Jesé. (II Crónicas 11, 18)

  • Pero Josebá, hija del rey, tomó a Joás, hijo de Ocozías, lo sacó de en medio de los hijos del rey que iban a ser masacrados, y lo puso con su nodriza en la sala que servía de dormitorio. Josebá, hija del rey Jorám, esposa del sacerdote Iehoiadá y hermana de Ocozías, lo ocultó a los ojos de Atalía y no lo mataron. (II Crónicas 22, 11)

  • Pero Joás, rey de Israel, mandó a decir a Amasías, rey de Judá: "El cardo del Líbano mandó a decir al cedro del Líbano: Dale tu hija por esposa a mi hijo. Pero un animal salvaje del Líbano pasó y pisoteó el cardo. (II Crónicas 25, 18)

  • Jilquías y los que habían sido designados por el rey fueron a ver a la profetisa Julda, esposa de Salúm, hijo de Tocat, hijo de Jasrá, el encargado del vestuario. Ella habitaba en Jerusalén, en el barrio nuevo. Y una vez que le expusieron el caso, (II Crónicas 34, 22)

  • Todos mis bienes fueron embargados y confiscados para el tesoro real: no me quedó nada, excepto mi esposa Ana y mi hijo Tobías. (Tobías 1, 20)

  • Desde ese momento, mi esposa Ana empezó a trabajar en labores femeninas: hilaba lana, (Tobías 2, 11)

  • no he manchado mi nombre ni el nombre de mi padre, en el país de mi destierro. Soy la única hija de mi padre; él no tiene otro hijo que sea su heredero, ni tiene hermanos ni pariente cercano a quien darme como esposa. Ya he perdido siete maridos, ¿por qué debo vivir todavía? Si no quieres hacerme morir, Señor, mírame y compadécete de mí, para que no tenga que oír más insultos". (Tobías 3, 15)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina