Talált 109 Eredmények: Abismo

  • Da y recibe, olvida tus preocupaciones, porque no hay que buscar delicias en el Abismo. (Eclesiástico 14, 16)

  • Mira: el cielo y lo más alto del cielo, el Abismo y la tierra se conmueven cuando él los visita: (Eclesiástico 16, 18)

  • ¿Quién alabará al Altísimo en el Abismo, si los vivientes no le rinden homenaje? (Eclesiástico 17, 27)

  • El camino de los pecadores está despejado de piedras, pero desemboca en lo profundo del Abismo. (Eclesiástico 21, 10)

  • Porque su pensamiento es más vasto que el océano y su designio, más profundo que el gran Abismo. (Eclesiástico 24, 29)

  • ¡Muerte funesta es la que inflige y es preferible el Abismo a una lengua así! (Eclesiástico 28, 21)

  • Esta es la sentencia del Señor para todo ser viviente: ¿por qué oponerse a la voluntad del Altísimo? Aunque vivas diez, cien o mil años, en el Abismo no te echarán en cara lo que hayas vivido. (Eclesiástico 41, 4)

  • Él sondea el abismo y el corazón, y penetra en sus secretos designios, porque el Altísimo posee todo el conocimiento y observa los signos de los tiempos. (Eclesiástico 42, 18)

  • Conforme a su designio, él dominó el Abismo, y allí plantó las islas. (Eclesiástico 43, 23)

  • de las entrañas profundas del Abismo, de la lengua impura, de la palabra mentirosa, (Eclesiástico 51, 5)

  • y de las flechas de una lengua maligna. Mi alma estaba al borde de la muerte, mi vida había descendido cerca del Abismo. (Eclesiástico 51, 6)

  • Por eso el Abismo dilata su garganta, abre sus fauces desmesuradamente, y allí se precipitan el esplendor de la ciudad y su muchedumbre, su tumulto y sus festejos. (Isaías 5, 14)


“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina