Talált 378 Eredmények: -oráculo

  • ¡Ánimo, Zorobabel! -oráculo del Señor-. ¡Ánimo, Josué, hijo de Iehosadac, Sumo Sacerdote! ¡Ánimo, todo el pueblo del país! -oráculo del Señor-. ¡Manos a la obra! Porque yo estoy con ustedes -oráculo del Señor de los ejércitos- (Ageo 2, 4)

  • ¡Son míos el oro y la plata! -oráculo del Señor de los ejércitos-. (Ageo 2, 8)

  • La gloria última de esta Casa será más grande que la primera, dice el Señor de los ejércitos, y en este lugar yo daré la paz -oráculo del Señor de los ejércitos-. (Ageo 2, 9)

  • Entonces Ageo tomó la palabra y dijo: "¡Así es este pueblo! ¡Así es esta nación delante de mí! -oráculo del Señor-. ¡Así es toda la obra de sus manos! ¡Y lo que ellos ofrecen aquí es impuro!". (Ageo 2, 14)

  • Yo los castigué con la sequía, el pulgón y el granizo en toda la obra de sus manos, ¡pero ustedes no han vuelto a mi! -oráculo del Señor-. (Ageo 2, 17)

  • Aquel día -oráculo del Señor de los ejércitos- yo te tomaré a ti, Zorobabel, hijo de Sealtiel, mi servidor -oráculo del Señor- y haré de ti un anillo para sellar, porque yo te he elegido -oráculo del Señor de los ejércitos-. (Ageo 2, 23)

  • Tú les dirás: Así habla el Señor de los ejércitos: Vuelvan a mí -oráculo del Señor de los ejércitos- y yo volveré a ustedes, dice el Señor de los ejércitos. (Zacarías 1, 3)

  • No sean como sus padres, a quienes los antiguos profetas interpelaron, diciendo: Así habla el Señor de los ejércitos: Vuelvan de sus malos caminos y de sus malas acciones. Pero ellos no escucharon, ni me prestaron atención -oráculo del Señor-. (Zacarías 1, 4)

  • Por eso, así habla el Señor: Yo he vuelto a Jerusalén con piedad; allí será reconstruida mi Casa -oráculo del Señor de los ejércitos- y la cuerda de medir será tendida sobre Jerusalén. (Zacarías 1, 16)

  • Yo seré para ella -oráculo del Señor- una muralla de fuego a su alrededor, y seré su Gloria en medio de ella". (Zacarías 2, 9)

  • ¡Vamos! Huyan del país del Norte -oráculo del Señor-, porque yo los dispersé a los cuatro vientos del cielo -oráculo del Señor-. (Zacarías 2, 10)

  • Grita de júbilo y alégrate, hija de Sión: porque yo vengo a habitar en medio de ti -oráculo del Señor-. (Zacarías 2, 14)


“Faltar com a caridade¨¦ como ferir a pupila dos olhos de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina