Talált 21 Eredmények: humillación

  • Yavé dijo: «He visto la humillación de mi pueblo en Egipto, y he escuchado sus gritos cuando lo maltrataban sus mayordomos. Yo conozco sus sufrimientos, (Exodo 3, 7)

  • Llamamos pues a Yavé, Dios de nuestros padres, y Yavé nos escuchó, vio nuestra humillación, nuestros duros trabajos y nuestra opresión. (Deuteronomio 26, 7)

  • No consideres a tu sierva como una mala mujer, pues si he estado orando tanto rato se debe sólo a mi gran pena y humillación.» (1 Samuel 1, 16)

  • Si quieren triunfar de mí y reprocharme por mi humillación, (Job 19, 5)

  • Tú conoces mi humillación, mis adversarios están todos a tu vista. (Salmos 69, 20)

  • Porque así como el oro se purifica en el fuego, así también los que agradan a Dios pasan por el crisol de la humillación. (Sirácides (Eclesiástico) 2, 5)

  • Un hijo mal educado es la vergüenza de su padre, si es una hija, será su humillación. (Sirácides (Eclesiástico) 22, 3)

  • Por haber sido tan grande su humillación y no haberles tocado más que insultos, su suerte se restablecerá. Recibirán en el país de ellos el doble de todo y nunca se terminará su felicidad. (Isaías 61, 7)

  • ¿Y puedes tú, Yavé, no conmoverte al ver estas cosas? ¿Durará tu silencio y será mayor nuestra humillación? (Isaías 64, 11)

  • Pero Yavé está conmigo, él, mi poderoso defensor; los que me persiguen no me vencerán. Caerán ellos y tendrán la vergüenza de su fracaso, y su humillación no se olvidará jamás. (Jeremías 20, 11)

  • ¿Para qué, pues, salí de sus entrañas? ¿Para vivir angustia y tormento y acabar mis días en la humillación? (Jeremías 20, 18)

  • ¡Caigan sobre Babilonia mi humillación y mis sufrimientos, y mi sangre sobre los habitantes de Caldea!, dice Jerusalén. (Jeremías 51, 35)


“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina