Talált 653 Eredmények: hecho
Hermanos, tomemos una comparación. Cuando alguien ha hecho su testamento en debida forma, nadie puede anularlo ni agregarle nada. (Carta a los Gálatas 3, 15)
Ahora digo lo siguiente: si Dios ha hecho un testamento en debida forma, la Ley, que vino cuatrocientos treinta años después, no pudo anularlo ni dejar sin efecto la promesa de Dios. (Carta a los Gálatas 3, 17)
El es nuestra paz. El ha destruido el muro de separación, el odio, y de los dos pueblos ha hecho uno solo. En su propia carne (Carta a los Efesios 2, 14)
sabiendo que el Señor retribuirá a cada uno según el bien que haya hecho, sea siervo o sea libre. (Carta a los Efesios 6, 8)
habiendo hecho madurar, gracias a Cristo Jesús, el fruto de la santidad. Esto será para gloria de Dios, y un honor para mí. (Carta a los Filipenses 1, 11)
Entre la gente del palacio, y también fuera, mis cadenas han hecho circular el nombre de Cristo. (Carta a los Filipenses 1, 13)
De hecho, no tengo a ningún otro que se preocupe tanto como él por sus problemas. (Carta a los Filipenses 2, 20)
porque en él fueron creadas todas las cosas, en el cielo y en la tierra, el universo visible y el invisible, Tronos, Gobiernos, Autoridades, Poderes. Todo fue hecho por medio de él y para él. (Carta a los Colosenses 1, 16)
De hecho, a partir de ustedes la palabra del Señor se difundió en Macedonia y Acaya, y más allá aún. Su fe en Dios se comenta en tantos lugares que no necesitamos decir más al respecto. (1º Carta a los Tesalonicenses 1, 8)
De hecho, hermanos, les tocó imitar a las Iglesias de Dios en Judea, Iglesias de Cristo Jesús, pues han sido perseguidos por sus compatriotas del mismo modo que ellos lo fueron por los judíos. (1º Carta a los Tesalonicenses 2, 14)
Por eso no pude esperar más y envié a Timoteo para tener noticias de la fe, no fuera que el Tentador los hubiera hecho tropezar, resultando inútil nuestro trabajo. (1º Carta a los Tesalonicenses 3, 5)
Este es el mensaje del que Dios me ha hecho predicador y apóstol - yo no miento y es pura verdad: enseño a las naciones en forma creíble y sin errores. (1º Carta a Timoteo 2, 7)
