Talált 653 Eredmények: hecho

  • «Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será éste el Cristo?» (Evangelio según San Juan 4, 29)

  • Muchos samaritanos de aquel pueblo creyeron en él por las palabras de la mujer, que declaraba: «El me ha dicho todo lo que he hecho.» (Evangelio según San Juan 4, 39)

  • Sin embargo los galileos lo recibieron muy bien al llegar, porque habían visto todo lo que Jesús había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues ellos también habían ido a la fiesta. (Evangelio según San Juan 4, 45)

  • Al ver esta señal que Jesús había hecho, los hombres decían: «Este es sin duda el Profeta que había de venir al mundo.» (Evangelio según San Juan 6, 14)

  • «¿Acaso nuestra ley permite condenar a un hombre sin escucharle antes y sin averiguar lo que ha hecho?» (Evangelio según San Juan 7, 51)

  • Jesús les dijo: «He hecho delante de ustedes muchas obras hermosas que procedían del Padre; ¿por cuál de ellas me quieren apedrear?» (Evangelio según San Juan 10, 32)

  • Los judíos respondieron: «No te apedreamos por algo hermoso que hayas hecho, sino por insultar a Dios; porque tú, siendo hombre, te haces Dios.» (Evangelio según San Juan 10, 33)

  • Pero algunos dijeron: «Si pudo abrir los ojos al ciego, ¿no podía haber hecho algo para que éste no muriera?» (Evangelio según San Juan 11, 37)

  • Muchos judíos que habían ido a casa de María creyeron en Jesús al ver lo que había hecho. (Evangelio según San Juan 11, 45)

  • Pero otros fueron donde los fariseos y les contaron lo que Jesús había hecho. (Evangelio según San Juan 11, 46)

  • María, pues, tomó una libra de un perfume muy caro, hecho de nardo puro, le ungió los pies a Jesús y luego se los secó con sus cabellos, mientras la casa se llenaba del olor del perfume. (Evangelio según San Juan 12, 3)

  • Los discípulos no se dieron cuenta de esto en aquel momento, pero cuando Jesús fue glorificado, recapacitaron que esto había sido escrito para él y que lo habían hecho para él. (Evangelio según San Juan 12, 16)


“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina