Talált 653 Eredmények: hecho

  • Ella le respondió: «Padre, aunque hayas hecho un voto insensato, tú debes hacer conmigo según te has comprometido, pues Yavé te dio la victoria.» (Jueces 11, 36)

  • Al cabo de dos meses volvió donde su padre y él cumplió el voto que había hecho. La joven no había conocido varón. (Jueces 11, 39)

  • El espíritu de Yavé tomó a Sansón y, sin tener nada en la mano, despedazó al león como lo hubiera hecho con un cabrito. Pero nada de esto le contó ni a su padre ni a su madre. (Jueces 14, 6)

  • Los filisteos preguntaron: «¿Quién ha hecho esto?» Y les respondieron: «Sansón, el yerno del hombre de Timná, porque éste tomó a su esposa y se la dio a su compañero.» Entonces subieron y quemaron a aquella mujer y a su familia. (Jueces 15, 6)

  • Tres mil hombres de Judá bajaron a la cueva de la roca de Etam para decir a Sansón: «¿No sabes que los filisteos nos están dominando? ¿Qué les has hecho?» El les respondió: «Como me trataron a mí, los he tratado a ellos.» (Jueces 15, 11)

  • El respondió: «Esto y esto me ha hecho Miqueas. Me ha tomado a sueldo y soy su sacerdote.» (Jueces 18, 4)

  • Respondió: «Me han quitado a mis dioses, que yo me había hecho, y a mi sacerdote. Ustedes se van, y a mí ¿qué me queda? Y encima me preguntan: ¿Qué te pasa?» (Jueces 18, 24)

  • Colocaron la imagen que había hecho Miqueas, y allí permaneció mientras estuvo en Silo la Casa de Dios. (Jueces 18, 31)

  • Habían hecho el censo y se dieron cuenta de que no había nadie de Jabés de Galaad. (Jueces 21, 9)

  • Que el Señor les recompense todo lo bueno que han hecho con mis hijos y conmigo y les permita que encuentren cada una un esposo con quien puedan vivir en paz.» (Rut 1, 9)

  • La autoricé para que recogiera las espigas que dejan los segadores, y es lo que ha hecho toda la mañana sin parar.» (Rut 2, 7)

  • Ella, entonces, le contó todo lo que el hombre había hecho por ella y cómo le había dado toda aquella cebada para que no volviera a su casa con las manos vacías. (Rut 3, 17)


“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina