Talált 213 Eredmények: estoy

  • Por eso, mis entrañas se estremecen de espanto y el dolor se apodera de mí como de una mujer que da a luz; estoy muy asustado para oír, muy aterrado para ver. (Isaías 21, 3)

  • El vigía exclamó: «En lo alto de la torre, mi señor, estoy de pie todo el día, y en mi puesto de guardia permanezco alerta toda la noche. (Isaías 21, 8)

  • y no hubo aquel día quien dijera: «Estoy enfermo».) Al pueblo que allí vive, se le ha perdonado su deuda. (Isaías 33, 24)

  • No temas, pues yo estoy contigo; no mires con desconfianza, pues yo soy tu Dios; yo te he dado fuerzas, he sido tu auxilio, y con mi diestra victoriosa te he sostenido. (Isaías 41, 10)

  • No temas, pues, ya que yo estoy contigo. Del Este haré venir a tu descendencia y del Oeste te reuniré. (Isaías 43, 5)

  • Y ahora, ¿qué hago yo aquí?, se pregunta Yavé, mientras mi pueblo ha sido hecho esclavo gratuitamente, sus opresores lanzan gritos de triunfo, y continuamente, a lo largo del día, mi nombre es despreciado. Pues bien, mi pueblo conocerá mi Nombre, y sabrá entonces quién dijo: «¡Aquí estoy!» (Isaías 52, 5)

  • Pues así habla el Altísimo, que vive en su morada eterna, y cuyo Nombre es santo: «Yo vivo en lo alto y me quedo en mi santidad, pero también estoy con el hombre arrepentido y humillado, para reanimar el espíritu de los humildes y a los de corazón quebrantado. (Isaías 57, 15)

  • Entonces, si llamas a Yavé, responderá. Cuando lo llames, dirá: «Aquí estoy.» Si en tu casa no hay más gente explotada, si apartas el gesto amenazante y las palabras perversas; (Isaías 58, 9)

  • Yo dije: «La rama es del árbol que llaman alerta.» Yavé respondió: «No te equivocas, pues yo estoy así alerta a mi palabra, para cumplirla.» (Jeremías 1, 12)

  • Pues estoy llamando a todos los reinos del norte -palabra de Yavé-. Aquí vienen y cada uno de ellos establece sus cuarteles frente a una de las entradas de Jerusalén, frente a sus murallas y frente a las ciudades de Judá. (Jeremías 1, 15)

  • Ellos te declararán la guerra, pero no podrán vencerte, pues yo estoy contigo para ampararte -palabra de Yavé-.» (Jeremías 1, 19)

  • Todavía te atreves a decir: «No estoy manchada, no he ido tras los Baales.» Mira en el valle las huellas de tus pasos, y reconoce lo que has hecho, camella fácil, que va coqueteando por los caminos; (Jeremías 2, 23)


“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina