Talált 2036 Eredmények: esa

  • Pero no, están seguros de sí mismos y esa manera de jactarse es mala. (Carta de Santiago 4, 16)

  • Sean también ustedes pacientes y no se desanimen, porque la venida del Señor está cerca. (Carta de Santiago 5, 8)

  • ¿Hay entre ustedes alguno desanimado? Que rece. ¿Está alguno alegre? Que cante himnos a Dios. (Carta de Santiago 5, 13)

  • Ustedes lo aman sin haberlo visto; ahora creen en él sin verlo, y nadie sabría expresar su alegría celestial (1º Carta de Pedro 1, 8)

  • me refiero a esas personas que se negaron a creer en tiempo de Noé, cuando se iba acabando la paciencia de Dios y Noé ya estaba construyendo el arca. Pero algunas personas, ocho en total, entraron al arca y se salvaron a través del agua. (1º Carta de Pedro 3, 20)

  • sabiendo que pronto será desarmada esta tienda mía, según me lo ha manifestado nuestro Señor Jesucristo. (2º Carta de Pedro 1, 14)

  • Por eso procuro hacer todo lo necesario para que, después de mi partida, recuerden constantemente estas cosas. (2º Carta de Pedro 1, 15)

  • Nosotros mismos escuchamos esa voz venida del cielo estando con él en el cerro santo. (2º Carta de Pedro 1, 18)

  • En especial esto vale para esa gente que corre tras los peores deseos de su naturaleza y desprecia la majestad del Señor. Son orgullosos y atrevidos, y no tienen miedo de insultar a los espíritus caídos, (2º Carta de Pedro 2, 10)

  • «¿En qué quedó la promesa de su venida? Desde que murieron nuestros padres en la fe todo sigue igual que al comienzo del mundo.» (2º Carta de Pedro 3, 4)

  • El Señor no se demora en cumplir su promesa, como algunos dicen, sino que es generoso con ustedes, y no quiere que se pierdan algunos, sino que todos lleguen a la conversión. (2º Carta de Pedro 3, 9)

  • Llegará el día del Señor como hace un ladrón, y entonces los cielos se desarmarán entre un ruido ensordecedor, los elementos se derretirán por el calor y la tierra con todo lo que hay en ella se consumirá. (2º Carta de Pedro 3, 10)


“Que Maria seja toda a razão da sua existência e o guie ao porto seguro da eterna salvação. Que Ela lhe sirva de doce modelo e inspiração na virtude da santa humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina