Talált 137 Eredmények: enemigo
¿No es una tristeza mortal que un compañero o un amigo se vuelva enemigo? (Sirácides (Eclesiástico) 37, 2)
Cuando el enemigo lo presionaba por todas partes, invocó al Señor poderoso y le sacrificó un corderito. (Sirácides (Eclesiástico) 46, 16)
Porque aplastó al enemigo en todos los frentes, aniquiló a los Filisteos que lo atacaban, y el poder de éstos se debilitó hasta nuestros días. (Sirácides (Eclesiástico) 47, 7)
Su país es una soledad con ciudades hechas cenizas; ustedes vieron las cosechas, y el enemigo se las comió; esta ruina no es menos que la de Sodoma. (Isaías 1, 7)
Entonces se acabará la envidia de Efraím y los enemigos de Judá serán aplastados; Efraím ya no tendrá envidia de Judá y Judá no será más enemigo de Efraím. (Isaías 11, 13)
Pero ellos lo desobedecieron, y como causaban pena a su Espíritu Santo, se convirtió en su enemigo y él mismo les hizo la guerra. (Isaías 63, 10)
«No salgan al campo, ni anden por los caminos, porque allí está la espada del enemigo: ¡terror por todos los lados!» (Jeremías 6, 25)
Como si fuera el viento de oriente, los desparramaré frente al enemigo. La espada y no la cara les mostraré, en el día de su calamidad. (Jeremías 18, 17)
«Consulta, en nombre de nosotros, a Yavé, pues Nabucodonosor, rey de Babilonia, nos está atacando; a lo mejor Yavé vuelve a hacer para nosotros algunos de sus milagros, y el enemigo se retira de nuestra presencia.» (Jeremías 21, 2)
¡Todos tus amantes te olvidaron, ya no se interesan por ti! Sí, yo te he herido como hiere el enemigo, con un golpe seco, por tu enorme culpa y por tus numerosos pecados. (Jeremías 30, 14)
Así dice Yavé: Deja de lamentarte, y seca el llanto de tus ojos, ya que tu prueba tendrá su recompensa: tus hijos volverán del país enemigo. (Jeremías 31, 16)
Yavé lo asegura: Voy a entregar al Faraón Hofrá, rey de Egipto, en manos de sus enemigos que quieren quitarle la vida, igual que entregué a Sedecías, rey de Judá, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, su enemigo, que quería matarlo.» (Jeremías 44, 30)