Talált 218 Eredmények: culto a ídolos

  • Salum, hijo de Coré, hijo de Ebiasaf, hijo de Coré, y sus hermanos los coreítas, de la misma casa paterna, tenían el servicio de culto como guardianes de los umbrales de la Tienda, pues sus padres habían tenido a su cargo la guardia de acceso al campamento de Yavé. (1 Crónicas 9, 19)

  • Unos tenían el cuidado de los utensilios del culto, y los contaban al meterlos y al sacarlos. (1 Crónicas 9, 28)

  • Despojándolo, se llevaron su cabeza y sus armas, y mandaron anunciar la buena nueva por todo el país de los filisteos, en medio de sus ídolos y de toda su gente. (1 Crónicas 10, 9)

  • Los filisteos abandonaron allí sus ídolos, que fueron arrojados al fuego por orden de David. (1 Crónicas 14, 12)

  • No existen esos dioses de las gentes: no son más que ídolos. Fue el Señor quien hizo los cielos. (1 Crónicas 16, 26)

  • David dejó allí, ante el Arca de la Alianza de Yavé, a Asaf y a sus hermanos, para celebrar el culto constantemente delante del Arca según el rito de cada día; (1 Crónicas 16, 37)

  • Jeroboam instituyó sus propios sacerdotes para sus santuarios altos, para el culto de los machos cabríos y de los becerros que había hecho. (2 Crónicas 11, 15)

  • Suprimió los altares del culto extranjero y los santuarios de lomas altos, derribó los monumentos y abatió los troncos sagrados. (2 Crónicas 14, 2)

  • Al oír Asá estas palabras y esta profecía cobró ánimo e hizo desaparecer los ídolos abominables de todo el país de Judá y Benjamín y de las ciudades que había conquistado en los cerros de Efraím, y restauró el altar de Yavé que estaba delante de la Casa. (2 Crónicas 15, 8)

  • Abandonaron la Casa de Yavé, el Dios de sus padres, y se interesaron por los troncos sagrados y los ídolos; la cólera estalló contra Judá y Jerusalén, a causa de esta culpa suya. (2 Crónicas 24, 18)

  • sino que siguió los senderos de los reyes de Israel e incluso fundió ídolos de los baales. (2 Crónicas 28, 2)

  • Hubo muchos holocaustos además de las grasas de los sacrificios de comunión y de las libaciones para los holocaustos. Así quedó restablecido el culto de la Casa de Yavé. (2 Crónicas 29, 35)


“Recorramos a Jesus e não às pessoas, pois só ele nunca nos faltará.” São Padre Pio de Pietrelcina