Talált 226 Eredmények: acción de gracias

  • habiendo hecho madurar, gracias a Cristo Jesús, el fruto de la santidad. Esto será para gloria de Dios, y un honor para mí. (Carta a los Filipenses 1, 11)

  • pues sé que todo esto se convertirá en bien para mí gracias a sus oraciones y a la asistencia que me presta el Espíritu de Cristo Jesús. (Carta a los Filipenses 1, 19)

  • antes bien, en toda ocasión presenten sus peticiones a Dios y junten la acción de gracias a la súplica. (Carta a los Filipenses 4, 6)

  • En todo momento oramos por ustedes y damos gracias a Dios, Padre de Cristo Jesús, nuestro Señor, (Carta a los Colosenses 1, 3)

  • Y que den gracias al Padre que nos preparó para recibir nuestra parte en la herencia reservada a los santos en su reino de luz. (Carta a los Colosenses 1, 12)

  • y gracias a él fuera reconciliado con Dios, porque la sangre de su cruz ha restablecido la paz tanto sobre la tierra como en el mundo de arriba. (Carta a los Colosenses 1, 20)

  • Permanezcan arraigados en él y edificados sobre él; estén firmes en la fe, tal como fueron instruidos, y siempre dando gracias. (Carta a los Colosenses 2, 7)

  • y todo lo que puedan decir o hacer, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. (Carta a los Colosenses 3, 17)

  • Sean constantes en la oración; quédense velando para dar gracias; (Carta a los Colosenses 4, 2)

  • En todo momento los tenemos presentes en nuestras oraciones, y damos gracias sin cesar a Dios por ustedes, pues constantemente (1º Carta a los Tesalonicenses 1, 2)

  • De ahí que no cesamos de dar gracias a Dios, porque al recibir de nosotros la enseñanza de Dios, la aceptaron, no como enseñanza de hombres, sino como Palabra de Dios. Porque eso es realmente y como tal actúa en ustedes los creyentes. (1º Carta a los Tesalonicenses 2, 13)

  • ¿Cómo podríamos dar suficientemente gracias a Dios por ustedes y por la gran alegría que nos hacen sentir ante Dios? (1º Carta a los Tesalonicenses 3, 9)


“O mal não se vence com o mal, mas com o bem, que tem em si uma força sobrenatural.” São Padre Pio de Pietrelcina