Talált 215 Eredmények: Tuvo

  • En esto, Jonatán tuvo noticias de que los generales de Demetrio estaban en Cades de Galilea con un numeroso ejército y querían detenerlo. (1 Macabeos 11, 63)

  • Mientras vivió Simón, la Judea tuvo paz. Buscó el bienestar de su país; su gobierno agradó al pueblo y gozó de mucho prestigio. (1 Macabeos 14, 4)

  • Jasón, que, por su parte, había usurpado el cargo a su hermano, ahora suplantado por otro, tuvo que huir al país de Ammán. (2 Macabeos 4, 26)

  • Pero no pudo mantenerse en el poder y, sin haber logrado otra cosa que su propia vergüenza, tuvo que huir de nuevo a la tierra de Ammán. (2 Macabeos 5, 7)

  • Por último, tuvo un final desastroso; acusado ante Aretas, rey de los árabes, huyendo de ciudad en ciudad, perseguido por todos, despreciado como renegado de las leyes y odiado como verdugo de la patria y de sus conciudadanos, fue desterrado a Egipto. (2 Macabeos 5, 8)

  • El, que había privado de sepultura a tantos, murió sin que nadie llorase por él; no recibió honras fúnebres ni tuvo un lugar en el sepulcro de sus padres. (2 Macabeos 5, 10)

  • tuvo además el valor de declarar: «De Dios he recibido estos miembros, pero por amor a sus leyes los desprecio, y de Dios espero recobrarlos.» (2 Macabeos 7, 11)

  • Por aquel tiempo, Antíoco tuvo que retirarse apresuradamente de las regiones persas. (2 Macabeos 9, 1)

  • Sucedió que la purificación del Templo tuvo lugar en la misma fecha en que los extranjeros lo habían profanado, es decir, el veinticinco del mes de Casleu. (2 Macabeos 10, 5)

  • Préstamos y usura lo han hecho rico: amontonó para otro que tuvo piedad de los pobres. (Proverbios 28, 8)

  • Feliz también el eunuco si no tomó parte en el mal ni tuvo pensamientos de rebelión contra el Señor: su fidelidad será bien recompensada, tendrá un lugar de privilegio en el templo del Señor. (Sabiduría 3, 14)

  • Al verlo, el Exterminador retrocedió y tuvo miedo: había bastado con este anticipo de tu cólera. (Sabiduría 18, 25)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina