Talált 131 Eredmények: Holocausto

  • Es el holocausto perpetuo que se ofreció en el monte Sinaí como calmante aroma, sacrificio por el fuego para Yavé. (Números 28, 6)

  • Es el holocausto del sábado que se añadirá cada sábado al holocausto perpetuo y a su libación,. (Números 28, 10)

  • El primer día del mes, ustedes ofrecerán un holocausto a Yavé: dos novillos, un carnero y siete corderos de un año, sin defecto. (Números 28, 11)

  • y una décima de flor de harina amasada con aceite por cada cordero: es un holocausto de calmante aroma, sacrificio por el fuego para Yavé. (Números 28, 13)

  • Las libaciones correspondientes serán: medio sextario de vino por novillo, un tercio de sextario por el carnero y un cuarto de sextario por cordero. Este será el holocausto mensual, todos los meses del año. (Números 28, 14)

  • Ofrecerás también a Yavé, como sacrificio por el pecado, un macho cabrío con su libación, además del holocausto perpetuo. (Números 28, 15)

  • Ofrecerán un sacrificio de holocausto a Yavé: dos novillos, un carnero, y siete corderos de un año, sin defecto. (Números 28, 19)

  • Esto, además del holocausto de la mañana que ofrecerán como holocausto perpetuo. (Números 28, 23)

  • Así harán durante los siete días de la fiesta. Es un alimento, un sacrificio por el fuego de calmante aroma para Yavé; lo ofrecerán además del holocausto perpetuo y de su libación. (Números 28, 24)

  • Ofrecerán en holocausto de calmante aroma para Yavé dos novillos, un carnero y siete corderos de un año. (Números 28, 27)

  • Ustedes lo ofrecerán con sus libaciones además del holocausto perpetuo y su oblación. Ustedes escogerán animales sin defecto. (Números 28, 31)

  • Ofrecerán un novillo, un carnero, y siete corderos de un año sin de fecto, como holocausto de calmante aroma para Yavé. (Números 29, 2)


“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina