Talált 423 Eredmények: Arca de la Alianza

  • Les hemos ordenado también que vayan a ustedes para saludarlos y entregarles de nuestra parte esta carta, con la que queremos renovar esta alianza. (1 Macabeos 12, 17)

  • le escribieron en tablas de bronce para renovar la alianza y amistad concertadas con sus hermanos Judas y Jonatán. (1 Macabeos 14, 18)

  • Después de esto, Simón mandó a Neumenio a Roma con un gran escudo de oro de mil minas de peso, para confirmar la alianza con ellos. (1 Macabeos 14, 24)

  • A nosotros nos han llegado mensajeros de los judíos, nuestros amigos y aliados, mandados por el sumo sacerdote Simón y por el pueblo judío, para renovar la amistad y alianza de siempre. (1 Macabeos 15, 17)

  • Que Dios los llene de bienes y recuerde su alianza con Abraham, Isaac y Jacob, sus fieles servidores. (2 Macabeos 1, 2)

  • Se dice también en estos escritos del pasado que el profeta Jeremías, obedeciendo a órdenes del Cielo, se hizo acompañar por el Arca de la Alianza con su toldo y fue al cerro donde Moisés había subido y desde el cual había contemplado la tierra prometida. (2 Macabeos 2, 4)

  • Allí Jeremías encontró una caverna; metió en ella el Arca, el toldo que la cubría y el altar del incienso y luego tapó la entrada con piedras. (2 Macabeos 2, 5)

  • Renunció a los privilegios que los reyes habían concedido a los judíos por medio de Juan, padre de Eupólemo, el que hizo la embajada de amistad y alianza de romanos y judíos; suprimió las instituciones legítimas e introdujo costumbres nuevas contrarias a la Ley. (2 Macabeos 4, 11)

  • Si no los libraba por sus méritos, que lo hiciera por consideración a la alianza hecha con sus padres y por ese Nombre grande y venerable con el que se bendecía a su pueblo. (2 Macabeos 8, 15)

  • "¿Quién nos habla de las intervenciones de Dios? ¿Quién las aguarda? La Alianza ahora está lejos". (Sirácides (Eclesiástico) 16, 22)

  • Concluyó con ellos una Alianza eterna y les enseñó sus decretos. (Sirácides (Eclesiástico) 17, 12)

  • Todo esto no es más que el Libro de la Alianza del Dios Altísimo, es la Ley que nos mandó Moisés y que es el tesoro de las asambleas de Jacob. (Sirácides (Eclesiástico) 24, 23)


“Seja modesto no olhar.” São Padre Pio de Pietrelcina