12. Le puso una corona de oro por encima del turbante, con una inscripción en relieve: "¡Consagrado al Señor!" Era un adorno precioso, una obra espléndida que atraía las miradas de todos.





“Um dia você verá surgir o infalível triunfo da justiça Divina sobre a injustiça humana”. São Padre Pio de Pietrelcina