Salmos, 93
4. Pero más que el fragor de las aguas, más grandioso que el oleaje de la mar es el Señor, grandioso en las alturas.
4. Pero más que el fragor de las aguas, más grandioso que el oleaje de la mar es el Señor, grandioso en las alturas.
“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina