11. ¡Destrozo, saqueo, devastación! Los corazones desfallecen, tiemblan las rodillas, los más valientes se desconciertan, y palidecen los rostros.





“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina