8. Entonces hicieron llamar a los jefes de las ciudades de los filisteos y les dijeron: «¿Qué haremos con el Arca del Dios de Israel?» Ellos decidieron que el Arca del Dios de Israel se trasladara a Gat, y la llevaron allí.





“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina