Romanos, 7
8. Pero el pecado, apoyándose en el mandamiento, despertó en mí toda clase de malos deseos, pues el pecado sin la ley está muerto.
8. Pero el pecado, apoyándose en el mandamiento, despertó en mí toda clase de malos deseos, pues el pecado sin la ley está muerto.
“Que Jesus o aperte sempre mais ao Seu divino coração. Que Ele o alivie no sofrimento e lhe dê o abraço final no Paraíso.” São Padre Pio de Pietrelcina