I Samuel, 2
31. Se acerca el día en que yo cortaré tu brazo y el brazo de la casa de tu padre, de suerte que ninguno llegará a viejo en tu casa.
31. Se acerca el día en que yo cortaré tu brazo y el brazo de la casa de tu padre, de suerte que ninguno llegará a viejo en tu casa.
“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina