I Corintios, 2
14. El hombre mundano no acepta las cosas del Espíritu de Dios; son locura para él, y no puede entenderlas, ya que hay que juzgarlas espiritualmente.
14. El hombre mundano no acepta las cosas del Espíritu de Dios; son locura para él, y no puede entenderlas, ya que hay que juzgarlas espiritualmente.
“Submeter-se não significa ser escravo, mas ser livre para receber santos conselhos.” São Padre Pio de Pietrelcina