12. Delante de cada sala había un parapeto de medio metro por un lado y por el otro, y cada una de las celdas tenía tres metros por ambos lados.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina