13. acusado ante Eupátor a consecuencia de ello por los amigos del rey, oía continuamente que le llamaban traidor, por haber abandonado Chipre, que Filométor le había confiado, y por haberse pasado a Antíoco Epífanes. Al no poder honrar debidamente la dignidad de su cargo, envenenándose, dejó esta vida.





“Nas tentações, combata com coragem! Nas quedas, humilhe-se mas não desanime!” São Padre Pio de Pietrelcina