Stihovi vezani uz Isaías, 11:
Isaías 11 habla sobre la promesa de la aparición de un descendiente de Jesse, padre del rey David, que traerá justicia y paz al mundo. Este descendiente, conocido como el Mesías, tendrá el espíritu del Señor sobre sí mismo y gobernará con sabiduría y poder. Los versos relacionados con los temas abordados en Isaías 11 son:
Jeremías 23:5: "He aquí los días, el Señor dice, en el que plantearé una renovación justa; y el rey que es, reinará y prosperaré, y practicará el juicio y la justicia en la tierra". Este versículo habla sobre la llegada del Mesías, que será un descendiente justo de David y gobernará con justicia y sabiduría.
Mateo 3:16-17: "Y al ser bautizado a Jesús, salió del agua, y he aquí, los cielos se abrieron, y vieron el Espíritu de Dios descendiendo como una paloma y venida sobre él. Y he aquí, una voz del cielo Dijo: Este es mi querido hijo, a quien compro yo mismo ". Estos versos muestran el cumplimiento de la profecía de Isaías 11:2, que habla sobre el espíritu del Señor que descansa sobre el Mesías.
Mateo 12:17-21: "Que lo que ha dicho el Profeta Isaías, quien dice, aquí está mi sirviente, que elegí, mi amado, en quien mi alma es cliente; y anunciará a los gentiles el juicio. No competirá, ni llorará, ni nadie escuchará su voz en las calles. No aplastará el bastón roto, ni borrará a la multitud que fuma, hasta que el juicio gane. Y en su nombre los gentiles esperan ". Estos versos muestran cómo Jesús cumplió la profecía de Isaías 42:1-4, que habla sobre el siervo del Señor, quien traerá justicia a las naciones.
Juan 14:26: "Pero ese consolador, el Espíritu Santo, que el Padre enviará a mi nombre, te enseñará todas las cosas y te recordará todo lo que te he dicho". Este versículo habla sobre el Espíritu Santo, que Jesús prometió enviar a sus discípulos después de su muerte y resurrección, para guiarlos a lo largo de la verdad.
Romanos 15:12: "Y nuevamente dice Isaías, habrá la raíz de Jesse, la que se eleva para reinar sobre los gentiles; en él los gentiles esperarán". Este versículo cita a Isaías 11:10 y muestra cómo la llegada del Mesías fue esperada no solo por los judíos, sino también por los gentiles, que colocaron su esperanza en él.
