21. Después vinieron los que se sintieron movidos por un impulso generoso, y trajeron al Señor una ofrenda para la construcción de la Carpa del Encuentro, para su servicio cultual y para sus vestiduras sagradas.





“Meu Deus, perdoa-me. Nunca Te ofereci nada na minha vida e, agora, por este pouco que estou sofrendo, em comparação a tudo o que Tu sofreste na Cruz, eu reclamo injustamente!” São Padre Pio de Pietrelcina