pronađen 335 Rezultati za: dado

  • Yo os he dado ejemplo, para que hagáis vosotros lo mismo que he hecho yo. (Juan 13, 15)

  • Ya no os llamo siervos, pues el siervo no sabe qué hace su señor; yo os he llamado amigos porque os he dado a conocer todas las cosas que he oído a mi Padre. (Juan 15, 15)

  • La mujer cuando está de parto se siente angustiada, porque ha llegado su hora; pero cuando ya ha dado a luz al niño, no se acuerda más de la angustia por la alegría de que ha nacido un hombre en el mundo. (Juan 16, 21)

  • y que por el poder que tú le has dado sobre todos los hombres, él dé vida eterna a todos los que le has confiado. ( (Juan 17, 2)

  • Yo les he dado la gloria que tú me diste para que sean uno, como nosotros somos uno. (Juan 17, 22)

  • Padre, yo quiero que también los que me has confiado estén conmigo donde yo estoy, para que vean mi gloria, que me has dado, porque antes de la creación del mundo ya me amabas. (Juan 17, 24)

  • Yo les he dado a conocer tu nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor que tú me tienes esté en ellos y yo también esté con ellos". (Juan 17, 26)

  • Jesús le respondió: "No tendrías ningún poder sobre mí si no te lo hubiera dado Dios; por eso, el que me ha entregado a ti es más culpable que tú". (Juan 19, 11)

  • hasta el día en que subió al cielo después de haber dado instrucciones a los apóstoles que había elegido bajo la acción del Espíritu Santo. (Hechos 1, 2)

  • Y no hay salvación en ningún otro, pues no se nos ha dado a los hombres ningún otro nombre debajo del cielo para salvarnos". (Hechos 4, 12)

  • Nosotros somos testigos de estas cosas, como lo es también el Espíritu Santo que Dios ha dado a los que lo obedecen". (Hechos 5, 32)

  • Ellos, después de haber dado testimonio y haber predicado la palabra del Señor, se volvieron a Jerusalén, evangelizando muchas aldeas de los samaritanos. (Hechos 8, 25)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina