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  • Pero un doble castigo vendrá sobre ellos, porque despreciaron a Dios, recurrieron a los ídolos y juraron en falso despreciando la santidad. (Sabiduría 14, 30)

  • En vez de tal castigo favoreciste a tu pueblo; para satisfacción de su ardiente apetito, le preparaste como alimento un manjar exquisito: codornices. (Sabiduría 16, 2)

  • pues la naturaleza, sometida a ti, su creador, despliega su energía para castigo de los injustos y se mitiga para bien de los que en ti confían. (Sabiduría 16, 24)

  • Ya fuese labrador o pastor, ya fuese un obrero que trabaja en solitario, sufría, sorprendido, el castigo inevitable; pero todos estaban atados por una misma cadena de tinieblas. (Sabiduría 17, 17)

  • A los que habían resuelto matar a los hijos de los santos, de los que uno solo fue expuesto y se salvó, en castigo les quitaste la muchedumbre de sus hijos y los hiciste perecer a todos juntos en un agua impetuosa. (Sabiduría 18, 5)

  • Un justo destino los arrastraba a este extremo, haciéndoles olvidar el pasado, para que colmasen el castigo que faltaba a sus suplicios: (Sabiduría 19, 4)

  • Y no sólo esto, sino que les espera el castigo, porque recibieron con hostilidad a los extranjeros. (Sabiduría 19, 15)

  • Humíllate profundamente, porque el fuego y los gusanos son el castigo del malvado. (Eclesiástico 7, 17)

  • Sabiduría, prudencia y sensatez proceden del Señor, castigo y camino recto proceden del Señor. (Eclesiástico 11, 15)

  • Fuego y granizo, hambre y peste; todo fue creado para castigo. (Eclesiástico 39, 29)

  • Se entregaron a toda clase de maldades hasta que cayó sobre ellos el castigo. (Eclesiástico 47, 25)

  • Que escuchaste reproches en el Sinaí y sentencias de castigo en el Horeb. (Eclesiástico 48, 7)


“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina