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  • se consagrará a Yahveh por todo el tiempo de su nazireato y ofrecerá un cordero de un año como sacrificio de reparación. Los días anteriores son nulos, por haberse manchado su cabellera. (Números 6, 12)

  • «Que los israelitas celebren la Pascua a su tiempo. (Números 9, 2)

  • La celebrarán el día catorce de este mes, entre dos luces, al tiempo debido. La celebrarán según todos sus preceptos y normas.» (Números 9, 3)

  • y les dijeron: «Estamos impuros por contacto de cadáver humano. ¿Por qué hemos de quedar excluidos de presentar la ofrenda a Yahveh a su tiempo con los demás israelitas?» (Números 9, 7)

  • Pero el que, encontrándose puro y no habiendo estado de viaje, deje de celebrar la Pascua, ese tal será extirpado de su pueblo. Ese hombre cargará con su pecado, por no haber presentado la ofrenda a Yahveh a su tiempo. (Números 9, 13)

  • y cómo es la tierra, fértil o pobre, si tiene árboles o no. Tened valor y traed algunos productos del país.» Era el tiempo de las primeras uvas. (Números 13, 20)

  • Nuestros padres bajaron a Egipto y nos quedamos en Egipto mucho tiempo. Pero los egipcios nos trataron mal, a nosotros igual que a nuestros padres. (Números 20, 15)

  • y dijo a los ancianos de Madián: «Ahora veréis cómo esa multitud va a devastarlo todo a nuestro alrededor, como devasta el buey la hierba del campo.» Balaq, hijo de Sippor, era rey de Moab por aquel tiempo. (Números 22, 4)

  • Ahora, pues, que me marcho a mi pueblo, ven, que te voy a anunciar lo que hará este pueblo al cabo del tiempo.» (Números 24, 14)

  • «Manda a los israelitas en estos términos: Tendréis cuidado de traer a su tiempo mi ofrenda, mi alimento, manjares míos abrasados de calmante aroma. (Números 28, 2)

  • Yahveh, nuestro Dios, nos habló así en el Horeb: «Ya habéis estado bastante tiempo en esta montaña. (Deuteronomio 1, 6)

  • Por eso tuvisteis que permanecer en Cadés todo ese largo tiempo que habéis estado allí. (Deuteronomio 1, 46)


“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina