pronađen 172 Rezultati za: batalla de los amorreos

  • Judas les dijo: «Preparaos, revestíos de valor y estad dispuestos mañana temprano para entrar en batalla con estos gentiles que se han coligado contra nosotros para destruirnos y destruir nuestro Lugar Santo. (I Macabeos 3, 58)

  • salieron del campamento a presentar batalla. Los soldados de Judas hicieron sonar la trompeta (I Macabeos 4, 13)

  • dijo a su gente: «Contened vuestros deseos de botín, que otra batalla nos amenaza; (I Macabeos 4, 17)

  • dándoles esta orden: «Estad al frente del pueblo y no entréis en batalla con los gentiles hasta que nosotros regresemos.» (I Macabeos 5, 19)

  • Gorgias salió de la ciudad con su gente para irles al encuentro y entrar en batalla. (I Macabeos 5, 59)

  • El rey se levantó de madrugada y puso en marcha el ejército con todo su ímpetu por el camino de Bet Zacaría. Los ejércitos se dispusieron para entrar en batalla y se tocaron las trompetas. (I Macabeos 6, 33)

  • Judas y su ejército se adelantaron para entrar en batalla, y sucumbieron seiscientos hombres del ejército real. (I Macabeos 6, 42)

  • El día trece del mes de Adar trabaron batalla los ejércitos y salió derrotado el de Nicanor. Nicanor cayó el primero en el combate, (I Macabeos 7, 43)

  • Judas vio que su ejército estaba desbandado y que la batalla le apremiaba, y se le quebrantó el corazón, pues no había tiempo de volverlos a juntar. (I Macabeos 9, 7)

  • Al enterarse Trifón de que Simón había sucedido en el mando a su hermano Jonatán y que estaba preparado para entrar con él en batalla, le envió mensajeros diciéndole: (I Macabeos 13, 14)

  • Salvados por Dios de grandes peligros, le damos rendidas gracias, como a quien nos ha guiado en la batalla contra el rey, (II Macabeos 1, 11)

  • escuadrones de caballería en orden de batalla, ataques y cargas de una y otra parte, movimiento de escudos, espesura de lanzas, espadas desenvainadas, lanzamiento de dardos, resplandores de armaduras de oro y corazas de toda clase. (II Macabeos 5, 3)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina