pronađen 342 Rezultati za: Saúl es engañado

  • Al día siguiente, cuando llegaron los filisteos para despojar a las víctimas, encontraron a Saúl y a sus tres hijos tendidos sobre el monte Gelboé. (I Samuel 31, 8)

  • Entonces cortaron la cabeza de Saúl y lo despojaron de sus armas. Luego enviaron mensajeros por todo el país de los filisteos, para dar la buena noticia en los templos de sus ídolos y a todo el pueblo. (I Samuel 31, 9)

  • Depositaron las armas de Saúl en el templo de Astarté y colgaron su cadáver en los muros de Betsán. (I Samuel 31, 10)

  • Cuando los habitantes de Iabés de Galaad oyeron lo que los filisteos habían hecho a Saúl, (I Samuel 31, 11)

  • todos los hombres valientes emprendieron la marcha y, después de caminar toda la noche, retiraron de los muros de Betsán el cadáver de Saúl y los cadáveres de sus hijos; luego volvieron a Iabés y allí los quemaron. (I Samuel 31, 12)

  • Después de la muerte de Saúl, David volvió de derrotar a los amalecitas y permaneció dos días en Siquelag. (II Samuel 1, 1)

  • Al tercer día, llegó un hombre del campamento de Saúl, con la ropa hecha jirones y la cabeza cubierta de polvo. Cuando se presentó ante David, cayó con el rostro en tierra y se postró. (II Samuel 1, 2)

  • David añadió: "¿Qué ha sucedido? Cuéntame todo". Entonces él dijo: "La tropa huyó del campo de batalla y muchos del pueblo cayeron en el combate; también murieron Saúl y su hijo Jonatán". (II Samuel 1, 4)

  • David dijo al joven que le traía la noticia: "¿Cómo sabes que murieron Saúl y su hijo Jonatán?". (II Samuel 1, 5)

  • El joven respondió: "Yo estaba por casualidad en el monte Gelboé, y de pronto vi a Saúl apoyado en su lanza, mientras los carros y los caballos lo perseguían de cerca. (II Samuel 1, 6)

  • Se lamentaron, lloraron y ayunaron hasta el atardecer por Saúl, por su hijo Jonatán, por el pueblo del Señor y por la casa de Israel, porque habían caído al filo de la espada. (II Samuel 1, 12)

  • David entonó este canto fúnebre por Saúl y su hijo Jonatán, (II Samuel 1, 17)


“Deus é servido apenas quando é servido de acordo com a Sua vontade.” São Padre Pio de Pietrelcina