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Su bondad es la del cardo, su honradez peor que una hilera de espinos. ¡Pobres de ellos! Ahora viene el juicio, el día de su castigo, y ahora no saben qué hacer. (Miqueas 7, 4)
Alégrense y muéstrense contentos, porque será grande la recompensa que recibirán en el cielo. Pues bien saben que así persiguieron a los profetas que vivieron antes de ustedes. (Evangelio según San Mateo 5, 12)
Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡con cuánta mayor razón el Padre de ustedes, que está en el Cielo, dará cosas buenas a los que se las pidan! (Evangelio según San Mateo 7, 11)
Este es un pueblo de conciencia endurecida. Sus oídos no saben escuchar, sus ojos están cerrados. No quieren ver con sus ojos, ni oír con sus oídos y comprender con su corazón. Pero con eso habría conversión y yo los sanaría. (Evangelio según San Mateo 13, 15)
Jesús dijo a los hermanos: «No saben lo que piden. ¿Pueden ustedes beber la copa que yo tengo que beber?» Ellos respondieron: «Podemos.» (Evangelio según San Mateo 20, 22)
Jesús los llamó y les dijo: «Ustedes saben que los gobernantes de las naciones actúan como dictadores y los que ocupan cargos abusan de su autoridad. (Evangelio según San Mateo 20, 25)
Aprendan esta lección de la higuera: Cuando están ya tiernas sus ramas y empiezan a brotar las hojas, ustedes saben que se acerca el verano. (Evangelio según San Mateo 24, 32)
Por eso estén despiertos, porque no saben en qué día vendrá su Señor. (Evangelio según San Mateo 24, 42)
Por tanto, estén despiertos, porque no saben el día ni la hora. (Evangelio según San Mateo 25, 13)
«Ustedes saben que la Pascua cae dentro de dos días, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado.» (Evangelio según San Mateo 26, 2)
Jesús les dijo: «Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber la copa que yo estoy bebiendo o ser bautizados como yo soy bautizado?» (Evangelio según San Marcos 10, 38)
Jesús los llamó y les dijo: «Como ustedes saben, los que se consideran jefes de las naciones actúan como dictadores, y los que ocupan cargos abusan de su autoridad. (Evangelio según San Marcos 10, 42)
