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  • Con eso pasamos a ser falsos testigos de Dios, pues afirmamos que Dios resucitó a Cristo, siendo así que no lo resucitó, si es cierto que los muertos no resucitan. (1º Carta a los Corintios 15, 15)

  • Y si Cristo no resucitó, de nada les sirve su fe: ustedes siguen en sus pecados. (1º Carta a los Corintios 15, 17)

  • Pero no, Cristo resucitó de entre los muertos, siendo él primero y primicia de los que se durmieron. (1º Carta a los Corintios 15, 20)

  • Sabemos que aquel que resucitó a Jesús nos resucitará también con Jesús y nos pondrá cerca de él con ustedes. (2º Carta a los Corintios 4, 14)

  • El murió por todos, para que los que viven no vivan ya para sí mismos, sino para él, que por ellos murió y resucitó. (2º Carta a los Corintios 5, 15)

  • Pablo, apóstol,enviado no por los hombres ni por intervención de hombres, sino por Cristo Jesús y por Dios Padre que lo resucitó de entre los muertos; (Carta a los Gálatas 1, 1)

  • que actuó en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo hizo sentar a su lado en el mundo de arriba. (Carta a los Efesios 1, 20)

  • Nos resucitó en Cristo Jesús y con él, para sentarnos con él en el mundo de arriba. (Carta a los Efesios 2, 6)

  • es el bautismo, en el cual fueron sepultados con Cristo. Y en él fueron luego resucitados por haber creído en el poder de Dios que lo resucitó de entre los muertos. (Carta a los Colosenses 2, 12)

  • esperando que venga del cielo el que nos libera del juicio que se acerca: éste es Jesús, su Hijo, al que resucitó de entre los muertos. (1º Carta a los Tesalonicenses 1, 10)

  • ¿No creemos que Jesús murió y que resucitó? De la misma manera, pues, Dios hará que Jesús se lleve con él a los que ahora descansan. (1º Carta a los Tesalonicenses 4, 14)

  • Gracias a él han creído en Dios que lo resucitó de entre los muertos y lo glorificó, precisamente con el fin de que pusieran su fe y su esperanza en Dios. (1º Carta de Pedro 1, 21)


“Não há nada mais inaceitável do que uma mulher caprichosa, frívola e arrogante, especialmente se é casada. Uma esposa cristã deve ser uma mulher de profunda piedade em relação a Deus, um anjo de paz na família, digna e agradável em relação ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina