pronađen 15 Rezultati za: perecer
Porque cualquiera que se acerque a la Morada de Yave muere. ¿Vamos pues a perecer todos así? (Números 17, 28)
Yavé estaba también muy enojado con Aarón y quería hacerlo perecer. Del mismo modo intercedí por Aarón. (Deuteronomio 9, 20)
En Bet-Semes Yavé hizo perecer a setenta personas que se atrevieron a mirar el Arca. Al ver esto, todo el pueblo se apenó mucho. (1 Samuel 6, 19)
Por eso voy a mandar la desgracia sobre la familia de Jeroboam; haré perecer a todos sus varones, hasta el último de sus esclavos; barreré a su familia como basura, hasta que desaparezca del todo. (1 Reyes 14, 10)
Uno de los oficiales contestó: «Tomemos cinco de los caballos que nos quedan; de todas maneras están destinados a perecer de hambre como toda la población de esta ciudad. Enviémoslos y así veremos.» (2 Reyes 7, 13)
Dios los hace perecer con el aliento de su boca y los aniquila con el soplo de su cólera. (Job 4, 9)
Has abatido a las naciones, has hecho perecer a los malvados y has borrado su nombre para siempre. (Salmos 9, 6)
Cuando se acercó a Azoto, le mostraron el templo de Dagón incendiado, Azoto y sus alrededores destruidos, los cadáveres abandonados y los restos calcinados de todos aquellos que Jonatán hizo perecer en la guerra, pues los habían dispuesto en montones a lo largo del recorrido del rey. (1 Macabeos 11, 4)
Les enumeró todas las oportunidades en que Dios había venido en ayuda de sus padres, especialmente cuando hizo perecer ciento ochenta y cinco mil hombres de Senaquerib. (2 Macabeos 8, 19)
Así dijo Judas en su invocación: «Oh Señor, ya enviaste tu ángel en los días de Ezequías, rey de Judá, e hizo perecer a ciento ochenta y cinco mil hombres del ejército de Senaquerib; (2 Macabeos 15, 22)
Quisieron exterminar a los recién nacidos del pueblo santo; Moisés fue el único que se salvó entre los que eran abandonados. Para castigarlos, hiciste perecer a un gran número de ellos, luego los ahogaste a todos juntos en el mar impetuoso. (Sabiduría 18, 5)
Tomaré al resto de la población de Judá que resolvió venirse a vivir a Egipto y los haré perecer a todos en la tierra de Egipto; caerán al filo de la espada o morirán de hambre; grandes y chicos, todos morirán por la espada y de hambre. Los aborrecerán, se asombrarán de ellos, los maldecirán y se reirán de ellos. (Jeremías 44, 12)