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  • Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesús, nuestro Señor, por su gran misericordia. Al resucitar a Cristo Jesús de entre los muertos, nos dió una vida nueva y una esperanza viva. (1º Carta de Pedro 1, 3)

  • Si el oro debe ser probado pasando por el fuego, y es sólo cosa pasajera, con mayor razón su fe, que vale mucho más. Esta prueba les merecerá alabanza, honor y gloria el día en que se manifieste Cristo Jesús. (1º Carta de Pedro 1, 7)

  • El Espíritu de Cristo estaba en ellos y les descubría de antemano los sufrimientos de Cristo y la gloria que iba a alcanzar; pero ellos se preguntaban quién sería y cuándo se realizaría eso. (1º Carta de Pedro 1, 11)

  • Por tanto, tengan listo su espíritu y estén alerta, poniendo toda su esperanza en esta gracia que será para ustedes la venida gloriosa de Cristo Jesús. (1º Carta de Pedro 1, 13)

  • sino con la sangre preciosa de Cristo, el Cordero sin mancha ni defecto. (1º Carta de Pedro 1, 19)

  • ya que han nacido esta vez, no de semilla corruptible, sino de la palabra incorruptible del Dios que vive y permanece. (1º Carta de Pedro 1, 23)

  • pero la palabra del Señor permanece eternamente. Esta palabra es el Evangelio que se les ha anunciado a ustedes. (1º Carta de Pedro 1, 25)

  • Como niños recién nacidos, busquen la leche no adulterada de la Palabra; gracias a ella, crecerán y alcanzarán la plenitud. (1º Carta de Pedro 2, 2)

  • También ustedes, como piedras vivas, edifíquense y pasen a ser un Templo espiritual, una comunidad santa de sacerdotes que ofrecen sacrificios espirituales agradables a Dios, por medio de Cristo Jesús. (1º Carta de Pedro 2, 5)

  • piedra en la que la gente tropieza y roca que hace caer. Cuando se niegan a creer en la palabra, están tropezando con aquello en lo que debían afirmarse. (1º Carta de Pedro 2, 8)

  • Para esto han sido llamados, pues Cristo también sufrió por ustedes, dejándoles un ejemplo, y deben seguir sus huellas. (1º Carta de Pedro 2, 21)

  • Igualmente ustedes, mujeres, obedezcan a sus maridos. Si alguno de ellos se opone a la Palabra, será ganado por la conducta de sus mujeres mejor que por discursos, (1º Carta de Pedro 3, 1)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina