pronađen 473 Rezultati za: gran aflicción

  • Los filisteos se lanzaron al ataque y derrotaron a Israel: cada uno huyó por su lado. Fue un gran desastre en que perecieron treinta mil soldados de infantería de Israel. (1 Samuel 4, 10)

  • Y el mensajero respondió: «Israel huyó delante de los filisteos. El pueblo ha sufrido una gran derrota, también han muerto tus hijos Jofni y Finjas y el Arca de Dios ha sido capturada.» (1 Samuel 4, 17)

  • Pero apenas entró en Gat, la mano de Yavé se dejó sentir sobre la ciudad, provocando gran terror a toda la gente; desde el más pequeño hasta el mayor fueron castigados, saliéndoles tumores. (1 Samuel 5, 9)

  • Después, déjenla marchar. Y fíjense: si toma el camino de su país, hacia Bet-Semes, sepan que es el Dios de Israel quien nos ha causado esta gran calamidad; si no, sabremos que no ha sido su mano la que nos ha castigado y que todo esto nos ha pasado por casualidad.» (1 Samuel 6, 9)

  • Al llegar la carreta al campo de Josué, de Bet-Semes, se detuvo; había allí una gran piedra. Astillaron la madera de la carreta y sacrificaron encima las vacas, como víctimas quemadas en honor a Yavé. (1 Samuel 6, 14)

  • Mientras tanto los levitas habían bajado el Arca de Dios y el cofre que estaba a su lado, que contenía los objetos de oro, y colocaron todo sobre la gran piedra. Los de Bet-Semes ofrecieron aquel día sacrificios a Yavé, (1 Samuel 6, 15)

  • y además había tantos ratones de oro como ciudades filisteas bajo la autoridad de los cinco jefes, desde las ciudades fortificadas hasta las aldeas que no tienen muros. Prueba de esto, hasta el día de hoy, es la gran piedra en la que se colocó el Arca de Yavé, que está en el campo de Josué de Bet-Semes. (1 Samuel 6, 18)

  • «Mañana, a esta misma hora, te enviaré un hombre de la tierra de Benjamín. Lo ungirás como jefe de mi pueblo, Israel, y él lo librará de la mano de los filisteos, porque he visto la aflicción de mi pueblo y su clamor ha llegado a mí.» (1 Samuel 9, 16)

  • Todo el pueblo fue a Guilgal y allí reconocieron por rey a Saúl en presencia de Yavé. Ofrecieron sacrificios de comunión y Saúl, junto con todos los israelitas, celebró este acontecimiento con una gran fiesta. (1 Samuel 11, 15)

  • No se vayan todavía, para que vean este gran prodigio que Yavé va a realizar delante de sus ojos. ¿No es ahora la cosecha del trigo? (1 Samuel 12, 16)

  • Pues bien, voy a invocar a Yavé para que haga tronar y llover. Reconocerán entonces y verán el gran mal que han hecho a sus ojos al pedir un rey.» (1 Samuel 12, 17)

  • Invocó Samuel a Yavé, que hizo tronar y llover ese mismo día, y todo el pueblo tuvo gran temor a Yavé y a Samuel. (1 Samuel 12, 18)


“Deus ama quem segue o caminho da virtude.” São Padre Pio de Pietrelcina