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Un cualquiera dirá cualquier cosa, el hombre sensato pesa sus palabras. (Sirácides (Eclesiástico) 21, 25)
Cualquier maldad es poca cosa al lado de la maldad de una mujer: ¡ojalá que caiga sobre ella el castigo de los pecadores! (Sirácides (Eclesiástico) 25, 19)
Dar a Dios una cosa mal adquirida es una ofrenda sucia; los dones de los malvados no pueden agradar a Dios. (Sirácides (Eclesiástico) 34, 18)
Les voy a decir de qué hay que avergonzarse realmente, porque no debemos tener vergüenza de cualquier cosa, aun cuando otros tienen ideas falsas al respecto. (Sirácides (Eclesiástico) 41, 16)
Explicar este mundo de maravillas es una cosa que le queda grande aun a los Santos del Señor. Porque el Señor, Dueño del Universo, le dio consistencia en su propia gloria. (Sirácides (Eclesiástico) 42, 17)
¿Qué otra cosa pude hacer a mi viña que no se lo hice? ¿Por qué, esperando que diera uvas, sólo ha dado racimos amargos? (Isaías 5, 4)
Pues yo voy a realizar una cosa nueva, que ya aparece. ¿No la notan? Sí, trazaré una ruta en las soledades y pondré praderas en el desierto. (Isaías 43, 19)
¿Acaso discutirá con su fabricante el que es el último de los tiestos? Vaso de arcilla, ¿vas a decir al artesano: qué hiciste? Si eres una cosa fabricada y no tienes manos. (Isaías 45, 9)
Reúnanse y vengan, acérquense y traten de entender, ustedes que sobreviven entre las naciones: Son tontos los que le creen a una estatua, a una cosa de madera, y rezan a un dios incapaz de salvar. (Isaías 45, 20)
El hombre honrado es asesinado y nadie toma la cosa en serio. Los hombres fieles son eliminados, y nadie entiende que si desaparecen, es para que no vean las desgracias: (Isaías 57, 1)
¿Quién ha oído jamás cosa igual, o ha visto algo semejante, que se pueda dar a luz, en un solo día, a un país entero? ¿Puede una nación nacer toda de una vez? ¡Pues bien, apenas sintió los dolores, Sión dio a luz a todos sus hijos! (Isaías 66, 8)
Luego me llegó una palabra de Yavé: «¿Qué estás viendo?» Y contesté: «Veo una olla echando espumas, y la cosa viene del norte.» (Jeremías 1, 13)