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A pesar de todo el pueblo no se convirtió. No renunciaron a sus pecados, de tal manera que fueron llevados lejos de su país y dispersados por toda la tierra. (Sirácides (Eclesiástico) 48, 15)
Porque tomó el camino recto y convirtió al pueblo: él suprimió los ídolos abominables que eran el origen del pecado. (Sirácides (Eclesiástico) 49, 2)
Pero ellos lo desobedecieron, y como causaban pena a su Espíritu Santo, se convirtió en su enemigo y él mismo les hizo la guerra. (Isaías 63, 10)
La planta creció, llegó a ser una parra, baja de estatura pero fértil, que extendía sus ramas hacia el águila mientras sus raíces se hundían. La parra brotó y se convirtió en una vid grande, dio guías y sarmientos. (Ezequiel 17, 6)
Educó a uno de sus cachorros que se convirtió en un joven león, aprendió a desgarrar la presa y a devorar a los hombres. (Ezequiel 19, 3)
La leona se decepcionó, sus esperanzas se vieron frustradas; tomó a otro de sus cachorros al que convirtió en un joven león. (Ezequiel 19, 5)
En cuanto a la piedra que chocó con la estatua, se convirtió en un cerro muy grande que llenó toda la tierra. (Daniel 2, 36)
Por esta razón los dispersé entre naciones desconocidas para ellos y a sus espaldas dejaron un país desolado y sin alma viviente. Por culpa de ellos un país fértil se convirtió en un desierto. (Zacarías 7, 14)
Es semejante a un grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su jardín. Creció y se convirtió en un arbusto y los pájaros del cielo se refugiaron en sus ramas.» (Evangelio según San Lucas 13, 19)
Entró en agonía y oraba con mayor insistencia. Su sudor se convirtió en gotas de sangre que caían hasta el suelo.) (Evangelio según San Lucas 22, 44)
A pesar de que conocían a Dios, no le rindieron honores ni le dieron gracias como corresponde. Al contrario, se perdieron en sus razonamientos y su conciencia cegada se convirtió en tinieblas. (Carta a los Romanos 1, 21)
Tocó el segundo ángel su trompeta, y algo así como un inmenso cerro fue echado al mar: la tercera parte del mar se convirtió en sangre, (Apocalipsis 8, 8)