pronađen 42 Rezultati za: cenizas de la vaca

  • Luego se quemará la vaca a la vista de todos. Quemará su piel, su carne, su sangre y sus excrementos. (Números 19, 5)

  • Después el sacerdote tomará leña de cedro, de hisopo y de granado y la echará a la hoguera donde se queme la vaca. (Números 19, 6)

  • El que haya quemado la vaca lavará sus ropas en el agua y se bañará, quedará impuro hasta la tarde. (Números 19, 8)

  • Un hombre puro recogerá las cenizas de la vaca y las pondrá fuera del campamento en un lugar puro. Allí se las conservará para hacer el agua de purificación que usará la comunidad de los israelitas para hacer la expiación. (Números 19, 9)

  • El que haya recogido las cenizas de la vaca lavará sus ropas y quedará impuro hasta la tarde: es una ley perpetua tanto para los israelitas como para el extranjero que vive con ustedes. (Números 19, 10)

  • Todo primer nacido, ya sea de tus vacas u ovejas, si es macho, lo consagrarás a Yavé. No harás trabajar al primerizo de la vaca, ni esquilarás los primerizos de las ovejas. (Deuteronomio 15, 19)

  • En vez de lluvia, Yavé te mandará cenizas y polvo, que caerán del cielo hasta que te hayan barrido. (Deuteronomio 28, 24)

  • la crema de la vaca y la leche de las ovejas. la grasa de los corderos, y la flor de los granos de trigo. tuvo por bebida el jugo de la uva. (Deuteronomio 32, 14)

  • miel, mantequilla y queso de oveja y de vaca, para que David y su gente pudieran alimentarse, pues pensaban: «Todos han sufrido hambre, sed y cansancio en el desierto.» (2 Samuel 17, 29)

  • Todos los que pasen ante esta Casa magnífica hecha cenizas quedarán pasmados y preguntarán extrañados: «¿Por qué ha hecho esto Yavé con este país y con esta Casa?» (1 Reyes 9, 8)

  • Y el profeta dio este signo: «El altar va a romperse y se van a derramar las cenizas que hay sobre él.» (1 Reyes 13, 3)

  • Entonces el rey ordenó al sumo sacerdote Helquías, así como a los sacerdotes de menor grado y a todos los porteros, que sacaran todos los objetos que se habían hecho para Baal, para Asera y para todos los astros del cielo. Los hizo quemar fuera de Jerusalén, en las tierras baldías del Cedrón, y arrojó sus cenizas a la sepultura común del pueblo. (2 Reyes 23, 4)


“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina