pronađen 130 Rezultati za: casco de la salvación
Porque la polilla los roerá como ropa, y sus larvas se los comerán como lana. Pero mi justicia durará para siempre y mi salvación seguirá de siglos en siglos. (Isaías 51, 8)
Qué bien venidos, por los montes, los pasos del que trae buenas noticias, que anuncia la paz, que trae la felicidad, que anuncia la salvación, y que dice a Sión: «¡Ya reina tu Dios!» (Isaías 52, 7)
Yavé, el Santo, se ha arremangado su brazo a la vista de las naciones, y han visto, hasta los extremos del mundo, la salvación de nuestro Dios. (Isaías 52, 10)
Así dice Yavé: Actúen correctamente y hagan siempre lo debido, pues mi salvación se viene acercando y mi justicia está a punto de aparecer. (Isaías 56, 1)
Por eso la justicia no se acerca a nosotros y no nos llega la salvación. Esperábamos la luz y sólo hay tinieblas; la claridad, y andamos a oscuras. (Isaías 59, 9)
Todos nosotros gruñimos como osos y gemimos como palomas. Esperábamos que nos hicieran justicia, pero nada, o que llegara nuestra salvación, pero permanece lejos de nosotros. (Isaías 59, 11)
Se puso la justicia como coraza y se colocó en su cabeza su casco que es la salvación. Se vistió con la venganza como si fuese túnica y se arropó con el celo como un chal. (Isaías 59, 17)
Ya no se hablará de violencia en tu país ni de saqueo o calamidades dentro de tus fronteras. A tus murallas les pondrás por nombre «Salvación», y a tus puertas, «Alabanza». (Isaías 60, 18)
Salto de alegría delante de Yavé, y mi alma se alegra en mi Dios, pues él me puso ropas de salvación y me abrigó con el chal de la justicia, como el novio se coloca su corona, o como la esposa se arregla con sus joyas. (Isaías 61, 10)
Por amor a Sión no me callaré, por Jerusalén no quedaré tranquilo hasta que su justicia se haga claridad y su salvación brille como antorcha. (Isaías 62, 1)
Tú has desconcertado a los que vivían como justos, y que te recordaban, siguiendo tus caminos. Te enojaste, pues a lo mejor pecamos; hemos actuado mal, pero tendremos salvación. (Isaías 64, 4)
No habrá salvación para los pastores ni escapatoria para los dueños. (Jeremías 25, 35)