pronađen 61 Rezultati za: Zacarías

  • de la de Idó: Zacarías; de la de Guinnetón: Masulam; (Nehemías 12, 16)

  • Después venían los sacerdotes y músicos con trompetas: Zacarías, hijo de Jonatán, hijo de Semaías, hijo de Mattanías, hijo de Miká, hijo de Zakkur, hijo de Asaf, con sus hermanos; (Nehemías 12, 35)

  • y a los sacerdotes Elyaquin, Maeseías, Minyamin, Mika, Elionai, Zacarías y Jananías, con las trompetas; (Nehemías 12, 41)

  • Dejó el resto del ejército bajo el mando de José, hijo de Zacarías, y Azarías, para defender la tierra de Judea, (1 Macabeos 5, 18)

  • José, hijo de Zacarías, y Azarías, quedaron al frente del ejército. Al conocer las hazañas que aquéllos habían realizado, (1 Macabeos 5, 56)

  • Entonces Judas dejó el sitio de la fortaleza y acampó en Bet Zacarías, frente al campamento del rey. (1 Macabeos 6, 32)

  • Este se levantó de madrugada e hizo avanzar su ejército muy envalentonado por el camino de Bet Zacarías. Las tropas se dispusieron para entrar en batalla y se tocaron las trompetas. (1 Macabeos 6, 33)

  • Lo harás en presencia de dos testigos fidedignos, el sacerdote Urías y Zacarías, hijo de Iberequías.» (Isaías 8, 2)

  • En el octavo mes del segundo año del reinado de Darío, una palabra de Yavé llegó al profeta Zacarías, hijo de Ido: (Zacarías 1, 1)

  • El día veinticuatro del undécimo mes del año tercero, Yavé se dirigió nuevamente al profeta Zacarías. Aquí la tienen. (Zacarías 1, 7)

  • El día cuatro del noveno mes del cuarto año de reinado del rey Darío, Yavé volvió a hablar a Zacarías. (Zacarías 7, 1)

  • Al final recaerá sobre ustedes toda la sangre inocente que ha sido derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la sangre de Zacarías, hijo de Baraquías, al que ustedes mataron ante el altar, dentro del Templo. (Evangelio según San Mateo 23, 35)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina