pronađen 134 Rezultati za: Jeremías

  • Estas fueron las palabras que el profeta Jeremías le dirigió a Baruc, hijo de Nerías, cuando éste copiaba en un libro todo lo que le iba dictando Jeremías, el año cuarto del reinado de Joaquim, hijo de Josías, rey de Judá. (Jeremías 45, 1)

  • Estas son palabras de Yavé que le llegaron al profeta Jeremías sobre el destino de las naciones. (Jeremías 46, 1)

  • Estas fueron las palabras que Yavé dirigió al profeta Jeremías, cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, emprendió el ataque a Egipto: (Jeremías 46, 13)

  • Esta es la palabra de Yavé que llegó al profeta Jeremías referente a los filisteos, antes que el Faraón se apoderase de Gaza. (Jeremías 47, 1)

  • Palabra de Yavé al profeta Jeremías acerca de Elam, al comienzo del reinado de Sedecías, rey de Judá. (Jeremías 49, 34)

  • Viene a continuación la orden que dio Jeremías a Seraías, hijo de Nerías, al partir éste junto a Sedecías, rey de Judá, a Babilonia, el cuarto año de su reinado (Seraías era el mayordomo de viaje). (Jeremías 51, 59)

  • Entonces Jeremías había reunido en un libro todas las profecías que había escrito respecto de Babilonia para anunciar todo el mal que caería sobre ella. (Jeremías 51, 60)

  • Y Jeremías dio esta orden a Seraías: «Cuando llegues a Babilonia, cuida de leer en voz alta todo esto, y agrega: (Jeremías 51, 61)

  • diciendo: «Así se hundirá Babilonia y nunca se levantará de la ruina que yo traigo sobre ella.» Hasta aquí, nada más, las palabras de Jeremías. (Jeremías 51, 64)

  • Veintiún años tenía Sedecías cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén. Su madre se llamaba Jamital y era hija de Jeremías, de Libna. (Jeremías 52, 1)

  • pasó lo siguiente: Yo, Daniel, me puse a buscar en las escrituras cuántos años quedaría en ruinas Jerusalén. Al profeta Jeremías, Yavé le habló de setenta años. (Daniel 9, 2)

  • Así se cumplió lo que había anunciado el profeta Jeremías: (Evangelio según San Mateo 2, 17)


“Combata vigorosamente, se está interessado em obter o prêmio destinado às almas fortes.” São Padre Pio de Pietrelcina