Job, 31
25. No me complací en la abundancia de mis bienes ni de lo mucho que habían adquirido mis manos.
25. No me complací en la abundancia de mis bienes ni de lo mucho que habían adquirido mis manos.
“As almas não são oferecidas como dom; compram-se. Vós ignorais quanto custaram a Jesus. É sempre com a mesma moeda que é preciso pagá-las”. São Padre Pio de Pietrelcina