2. Vi también como un mar de cristal destellante, y a los vencedores de la bestia, de su imagen y de la cifra de su nombre, que se colocaban sobre el mar de cristal, llevando las arpas celestiales en sus manos.





O maldito “eu” o mantém apegado à Terra e o impede de voar para Jesus. São Padre Pio de Pietrelcina